Antonia acerca a los cacereños una nueva entrega de su arte figurativo en una exposición a la que priva de título. Tampoco da nombre a sus cuadros. «Son muy claros. Su significado es obvio», se justifica esta pintora cacereña que inmortaliza en sus óleos ventanas, puertas o paredes. Todas ellas empapadas de un vivo colorido. La muestra, integrada por 16 cuadros y cuatro dibujos, se puede contemplar hasta el próximo 6 de febrero en el Palacio de la Isla.

-Sus pinturas se encuadran dentro de la línea figurativa y realista.

-Sí. Estoy muy cómoda haciendo esta pintura. Me interesa la técnica, los cuadros bien realizados.

-¿Qué le atrae de una pared para inmortalizarla con su pincel?

-Una pared, por ejemplo, tiene un montón de colores. Pinto ventanas, rincones de calles o puertas de Alemania, de Portugal…

-¿Y no hace retratos?

-Sólo por encargo.

-Además de en su casa y en la de amigos o familiares, ¿dónde están sus cuadros?

-Pues en Estados Unidos, Alemania, Portugal… Creo que en Diputación hay unos cuantos. Pero ninguno de mis cuadros está en un museo. Lo que más me satisface es que quienes me compran un cuadro, me vuelven a comprar otro.

-Entre los cuadros que ha llevado al Palacio de la Isla, ¿hay alguno que sea el de sus ojos?

-No. Supongo que pasa igual que con los hijos, aunque yo no tengo. Los coges cariño, odio, amor… No hay ninguno que me guste más que otro.

-¿Es fácil abrirse paso en el mundo de la pintura? ¿Qué tiempos corren?

-Está todo mercantilizado; tienes que prostituirte mucho y adaptarte a los temas de moda, igual que pasa ahora en la literatura con la Guerra Civil, por ejemplo.

http://www.hoy.es/pg060113/prensa/noticias/Caceres/200601/13/HOY-CAC-052.html#Inicio_noticia